Como soy bastante “castroso”, llevo buen ratito preguntándole
a todo mundo, médicos y no médicos, acerca del “Paro Nacional de Médicos” que
convocó el movimiento #yosoymedico17 cuyo líder, hasta donde tengo entendido,
es el Dr. Carlos Moreno. A este respecto, la mayoría de mis conocidos a quienes
les he preguntado, simplemente no tiene idea de qué es o cómo será ni mucho menos
para qué será el movimiento.
Tampoco se ha descrito cuáles serán las “Acciones o
inacciones” que se tomarán. He estado revisando algunos de los sistemas
informativos del país y ni siquiera se ponen de acuerdo, en unos dice una cosa
y en otros dice otra, pero lo que me parece más preocupante es que nosotros, los médicos, no estamos enterados
de qué es lo que se pide, ni a quién se le pide, ni mucho menos quienes nos
representan o las expectativas y objetivos del “paro”. La información que he
recopilado es de fuentes reconocidas y otras no tanto que me llevan a más
confusión respecto al tema.
Por ejemplo en NOTISISTEMA.COM Rocío López Fonseca comenta
que Carlos Moreno convoca al paro con la finalidad de “llamar la atención de la
sociedad en general ´para que sepan las condiciones reales en que los médicos
laboramos”, pero que no “vamos a ser irresponsables” y que los servicios
médicos “no serán alterados” y no se presentará “ningún problema”.
En SDPNOTICIAS.COM sin firma, solo “la redacción de
SDPnoticias” el 31/05/2016 comenta que: “Su demanda principal [de los médicos]
es su rechazo al Sistema Universal de Salud”, entre otros comenta denunciar
agresiones en contra del personal médico y pedir freno contra la
criminalización de los galenos.
En ANIMALPOLITICO.COM 30/5/2016 Manu Ureste comenta y
enumera, en uno de los mejores artículos que tuve la posibilidad de leer, las
razones por las que se llama al “paro” siendo similares a las anteriores. 1.
RECHAZO AL SISTEMA UNIVERSAL DE SALUD. 2. EVIDENCIAR LAS AGRESIONES CONTINUAS. y
3. DENUNCIAR LA “CRIMINALIZACIÓN” DE DOCTORES Y ENFERMEROS. Además se hacen
acotaciones de las causas, aunque es uno de los mejores artículos, ni con mucho
esclarece cuál es la finalidad del “paro” y la triste realidad es que ahora ya
entendí menos. Resulta que estamos rechazando el Sistema Universal de Salud.
Hice mi “encuesta” con conocidos del ámbito médico y… no
tenemos ni idea de qué es lo que implica la Universalización del Sistema de
Salud, por lo que me puse a leer un poco, encontrando:
Que dicho sistema propone que los pacientes con
derechohabiencia, de la que sea, sean atendidos en el hospital de servicios
públicos de su preferencia, siempre y cuando se encuentre dentro de los
padecimientos avalados por este programa, o en el caso de que el hospital no
cuente con los recursos necesarios para su atención, este se pueda derivar a
cualquier otro que lo tenga, independientemente de si es IMSS, SSA o ISSSTE, acorde
a lo manifestado por Gabriel O’Shea Cuevas en entrevista para el UNIVERSAL
17/5/2016 en un artículo de Ruth Rodríguez:
“En una primera fase, las dependencias federales y estatales
podrán intercambiar pacientes dentro de un cuadro inicial de 100 intervenciones
médicas (que equivalen a 700 enfermedades o servicios), entre las que destacan:
pancreatitis aguda, neuropatía diabética, tratamiento quirúrgico de condilomas,
así como la atención al labio leporino y paladar hendido”.
“Lo que se trata aquí [en el intercambio de pacientes] es de
aprovechar la infraestructura que se tiene y el equipamiento médico, lo que
disminuirá costos, porque me he dado cuenta que hay aceleradores lineales en el
país que están subutilizados. No hay necesidad de que otra institución adquiera
un acelerador de 140 millones de pesos si ya se tiene uno a dos cuadras que
pueden utilizar todos”.
Si esto es cierto, no se me hace una mala idea, es decir, ¿cuántos
de nosotros nos hemos visto limitados por los recursos de nuestro hospital?, ¿cuántos
queremos tener los recursos disponibles en tercer nivel o en el extranjero? Yo
me apunto a no tener que estar esperando un traslado hasta otra ciudad para que
se me atienda en mi primer infarto agudo del miocardio (IAM) si hay una unidad
coronaria a 10 minutos de distancia.
Es cierto que la propuesta tiene sus debilidades, pero como
comenta la Editorial del UNIVERSAL 17/5/2016:
“Desde luego que habrá críticas, dudas razonables. Una de
ellas es que acercarse a un sistema de salud universal es terminar de quitar
los pocos incentivos que había para el trabajo informal. Alguien puede tener
segur popular y ser vendedor ambulante, pero el servicio – tenían el consuelo
los detractores del esquema – no era de la misma calidad. Una vez concretado el
plan de la presente administración, en teoría la calidad en la atención será la
misma tanto para un profesionista contratado en una empresa como para un
desempleado.”
“Sin embargo, es válido también el argumento de que […] para
familias de ingresos medios o bajos, una emergencia médica trae consigo una
tragedia económica”.
Aunque no lo crean hay gente así, que sin seguro médico y
sin cobertura suficiente, se enfrenta a verdaderas catástrofes de salud que
conllevan catástrofes económicas que terminan por hundir a la familia entera,
esto no es poco frecuente; por otro lado Israel Díaz Maldonado para CIUDADANÍA
EXPRESS 1/6/2016 comenta que
“De acuerdo a integrantes del movimiento
#Yosoymédico17, este nuevo sistema
buscaría en realidad “privatizar la salud en México”, y de esta manera los
empresarios dueños de hospitales privados se beneficiarían económicamente,
dejando de lado la calidad del servicio otorgado a los derechohabientes”.
Sinceramente, gente, no veo cómo esto pueda pasar cuando,
hasta lo que ahora se ha dicho, los únicos que accederán a este nuevo sistema
serán los Servicios Públicos, tal vez soy muy ingenuo, pero no veo cómo pueda
derivar hacia la “privatización de la medicina pública”.
Siendo prejuicioso, puedo ver cómo la atención en los
servicios médicos se va a ver saturada en centros de tercer nivel de atención
que cuenten con servicios de urgencias, o no, ya que todos los enfermos van a “correr”
hacia los grandes centros especializados. Puedo ver cómo el resonador de un
hospital va a servir para toda la comunidad y también veo cómo la unidad
coronaria (ni siquiera sé si el IAM va a entrar al catálogo) de centros de
tercer nivel va a incrementar el número de casos atendidos, sí, es mucho
trabajo, lo es… pero ¿es algo malo?
Yo siempre he creído que “El Todo es Mayor que la Suma de
sus Partes” y el explotar las fortalezas de unos para cubrir las debilidades de
otros, POR UN BIEN COMÚN, no se me hará nunca algo malo, mucho menos cuando de
salud se trata.
Ahora, al final del texto citado de Israel Díaz dice: “[…] dejando
de lado la calidad del servicio otorgado a los derechohabientes”. Ahora resulta
que la medicina privada es de menor calidad que la medicina pública… ¿será? No somos
tantos médicos como para poder cubrir la medicina pública y privada por
separado, POR DIOS, somos los mismos en uno u otro hospital. ¿De verdad nos
transformamos cuándo pasamos de nuestro hospital público al privado? Si esto es cierto, el problema no es el
sistema, somos los médicos.
¿A qué me suena todo esto? Bueno, me suena al sistema médico
que siguen en Estados Unidos, bien conocido por ser el país que más gasta en Servicio
Médico Público en todo el mundo y
donde todos los médicos desearíamos estar trabajando por los atractivos
sueldos. Me di a la tarea de leer un poco de ese complejo tema, además de
documentarme en Dr. House y Grey’s Anatomy, donde nunca pude entender cómo una
maestra de escuela primaria (Piloto de House) puede acceder al sistema de salud
donde estudios genéticos, tomografías pruebas de laboratorio complejas y
equipos multidisciplinarios que atienden 24hrs al paciente están disponibles
con toda tranquilidad, antes solo disponible para la burguesía.
Bueno, resulta que el “Sistema Privatizado” implica que el
empleado paga un porcentaje de su seguro y el empleador otro porcentaje,
considerablemente mayor y la federación contribuye con otro porcentaje, mayor,
para contratar el seguro de gastos médicos mayores… un sistema TRIPARTITO, me
suena conocido, porque así, o más o menos así operan algunos los sistemas de
Salud Pública en México.
Ahora imaginemos que eso es a lo que se refieren con la “Privatización
de la Salud Pública en México”… sería malo que el “trabajador (a) promedio” con
un poco más de contribución al mes, pudiera acceder al servicio con calidad de
los grandes hospitales privados del País, Grupo Ángeles o CEMAIN por citar algunos
sin hacer comercial.
Que en el afán de ganar más pacientes (clientes) para los
hospitales de servicios públicos, con su respectivo incremento en ingreso
monetario para el hospital, incrementaran la calidad de atención, la tecnología
y la disponibilidad de los medicamentos. ¿Sería algo malo? “La Competencia
Mejora la Calidad del Producto” es tan cierto como que vamos a morir algún día.
Imagínense ahora que inicia a aparecer hospitales públicos
con la capacidad resolutiva y terapéutica de los nosocomios privados y que
podemos acceder a ellos con nuestra cuota de “Seguridad Social”. No veo cómo
eso puede ser algo malo.
Desde el punto de vista médico, porque eso soy… los médicos
EXIGIMOS salarios justos, bases al por mayor, respeto por parte de la sociedad,
recursos terapéutico-diagnósticos ilimitados, pero que la atención sea
económica… desgraciadamente la Atención Médica de calidad ha pasado a ser
ASQUEROSAMENTE CARA. Porque el sacrifico que implica la carrera, los costos de
los medicamentos y de los estudios diagnósticos no son para nada desestimables.
Una atención médica promedio para un niño con faringoamigdalitis bacteriana, por
médico general que no sea de Similares, medicamento incluido, oscila alrededor de
$750 pesos. Imaginen a alguien con
salario mínimo pagando eso… ya no digamos si lo quiere llevar al pediatra o si
es algún padecimiento que requiere intervención quirúrgica.
Además nuestra sociedad ASQUEROSAMENTE ESTÚPIDA, porque no
puedo entender ¿cómo es que valen más unas “uñas de acrílico” que una consulta
médica?... esto último es en serio, también lo de la estupidez de la sociedad.
La medicina es cara y desgraciadamente los médicos tenemos
que vivir de ella, alguien tiene que pagar lo justo y no significa que tenga
que ser el paciente. Exigimos respeto de la sociedad decimos que no somos
criminales, pero la verdad las nuevas generaciones de médicos dejan mucho que
desear, académicamente y como individuos. ¿Cuántas batas blancas no hemos visto
en bares? ¿Cuántos estudiantes de medicina alcoholizados? En fin eso es tema de
otro capítulo de estas Crónicas Médicas. Así que quiero concluir ésta haciendo
mi propio “llamado” a los médicos, ya que es un hecho consabido que “4 médicos
en una habitación no se ponen de acuerdo ni para pedir algo de comer”, entonces
si este 22 de Junio del 2016 vamos a hacer o no hacer algo:
1.
Sea por las razones correctas.
2.
Sea porque tenemos una idea clara de nuestros
objetivos.
3.
Sea porque tenemos la convicción y la certeza
del sitio en que nos encontramos parados.
4.
Sea porque sabemos exactamente qué hacer o qué
no hacer durante el “paro”.
5.
Sea por que el paro es “un medio para…” y no un
fin.
Excitate vos e somno medicus Somnus est non.
Ricardo Gómez Guerra.
Médico